El expresidente del Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales, su padre y otros cargos presionaron a la jefa de prensa de la Selección Femenina para obtener una prueba falsa contra Jenni Hermoso. Tal como ha lo ha adelantado José María Olmo, periodista de investigación de 'El Confidencial', presionaron a la responsable para que testificara que la jugadora dio su consentimiento a la difusión de unas declaraciones que exculpaban a Rubiales.
Olmo ha explicado este miércoles en Más Vale Tarde que Patricia Pérez recibió una llamada de parte del área de Integridad pidiendo que se presentara en el despacho de Rubiales. En esa habitación, se encontró al expresidente de la RFEF; su padre, el exdirigente del PSOE Luis Manuel Rubiales; Pablo García Cuervo, responsable del área de Comunicación; el director de Integridad Miguel García Caba; su compañero de prensa Enrique Yunta; y otra gente de la máxima confianza de Rubiales.
El padre de Rubiales, explica el periodista, no tiene ningún cargo en la RFEF, que lo ocurrido es una "práctica inadmisible" y que el área de Compliance ya ha abierto una investigación. Según dicho medio, durante horas, todas las personas implicadas han presionado a la jefa de prensa para que testificara que ella presenció cómo Hermoso autorizaba el envío de las falsas declaraciones.
Las declaraciones inventadas a las que se refieren son en las que supuestamente Hermoso dice que el beso fue "un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial". Estas palabras fueron desmentidas por la futbolista, que acusó a la RFEF de manipulación.
Ante esto, tal como señala Olmo, le jefa de prensa fue presionada para testificar que "ya en el aeropuerto, viendo que la prensa preguntaba por el beso, desde el Departamento de Comunicación se propone sacar a la jugadora unas frases al respecto y, una vez aprobadas por su parte, se remiten a los medios de comunicación".