La retirada de la cruz franquista de Castellón comenzó este miércoles, un acto manchado por insultos y gritos de un grupo ultra que increpó a los miembros de PSOE y Compromís entre gestos de brazos en alto. "Desgraciados", "terroristas de mierda", "payasos", "rojos al paredón"... los insultos fueron de todo tipo, con carteles de 'PSOE y Compromís, lo pagaréis en las elecciones'.

La escena contrastó con la llegada de Verónica Cruz, concejala de Memoria Democrática, recibida entre aplausos. Cruz hablaba del "día histórico" para Castellón con la retirada de esta cruz "pese a cuatro personas que están cantando consignas que atentan contra la democracia".

La cruz es considerada franquista porque es un símbolo de la dictadura de Franco. En ella, se lee la siguiente inscripción: "A los caídos por dios y por España. ¡Presentes!". Este lema se retiró durante la Transición, concretamente en 1979.

Para cumplir con la Ley de Memoria Histórica, la cruz fue retirada y llevada al parque de una iglesia, siendo cedida al obispado de Segorbe-Castellón.

"Vamos a continuar, después de tantos años de lucha y de obstáculos jurídicos por culpa de estas personas, pues ahora podemos retirar la Cruz y el monumento fascista que degrada a una parte de la sociedad", añadió Ruiz.

Desde el grupo municipal del PP, su portavoz, Begoña Carrasco, ha indicado que la Cruz "solo tiene un significado cristiano y fue resignificada en 1979 para que homenajeara a todas la víctimas de la violencia sin distinción", por lo que ha calificado la retirada de la misma como "un acto de revancha y de sectarismo".