El precio del petróleo ha caído un 30% hasta alcanzar los 85 dólares el barril de brent, precios que no se veían desde antes de la guerra de Ucrania. Sin embargo, no se ha materializado en los precios de los carburantes. El motivo, según ha explicado Nacho Rabadán, de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), está en los impuestos.

"Casi la mitad del PVP de los carburantes son impuestos, lo que tiene un efecto amortiguador al alza y a la baja, por lo que no puede bajar lo mismo que el precio del crudo", ha asegurado Rabadán, que ha añadido además que las gasolineras "no compran petróleo, sino productos refinados: gasolina o gasóleo" y que actualmente hay un problema de abastecimiento con el diésel.