La Policía detuvo al agitador de ultraderecha Vito Quiles durante las protestas del lunes por la noche ante la sede del PSOE en Madrid por desobediencia y atentado contra la autoridad. La Policía le acusa de liderar una manifestación no comunicada, alterar el orden público y poner en riesgo al resto de manifestantes, a quienes trataba de arengar para romper el cordón policial, e incluso de empujar a uno de los agentes.

Aunque Quiles asegura ser periodista, el portavoz de la asociación policial H50, Serafín Giraldo, incide en MVT en que "no era periodista, o al menos en ese momento, era una persona con un megáfono que estaba agitando a las personas que estaban a su lado". "La actuación policial es sencilla: identificas y le propones para sanción. Es una concentración no comunicada y él estaba alterando el orden", señala Giraldo, que explica que al increpar a la UIP y empujar a un agente "se procede a la detención".

Por su parte, Edu Galán destaca "lo difusa que está esa frontera entre un periodista titulado, que tiene un código deontológico, y un señor que coge un megáfono". "Es verdad que vivimos en una época en la que es muy difícil definir la frontera entre periodismo y comunicación, es muy difícil saber qué es un comunicador y qué es un periodista en algunos contextos", reflexiona a su vez Ramón Espinar, que zanja: "Pero es muy fácil distinguir a un periodista de un tonto con un canal de YouTube".