La polémica entorno al pederasta de Ciudad Lineal va aumentando con el paso de los días. Antonio Ortiz salió de la cárcel antes de cumplir la totalidad de su condena por agresión sexual y rapto a una menor de seis años. La decisión se debe a la buena conducta del pederasta entre rejas.

Manuel Marlasca ha analizado en 'Más Vale Tarde' el auto de julio de 2006, en se le concedía el tercer grado a Antonio Ortiz porque, aseguran que “el factor más negativo que tenía era la tipología delictiva”, es decir, pone de manifiesto que este delito es de difícil reinserción. Es verdad, que también hablan de un cambio positivo en su "autocontrol, autoestima y escala de valores". Como cualquier agresor sexual, dentro de prisión fue  persona muy correcta ya que no tenía víctimas a las que atacar.

Llama la atención, además, que sobre un  agresor sexual, los expertos tienen clarísimo que son "enfermos incurables". El criminal solicitó el tercer grado cuando había cumplido tres cuartas partes de su condena y salió a la calle. Abre un debate sobre la vigilancia a delincuentes con delitos de agresión sexual y pederastia. Lo que no entra en lógica es que cómo la Audiencia expone un informe positivo, cuando había una valoración negativa del depredador sexual Antonio Ortiz.