"Aquí la moda nos puede salir bastante cara". Es la advertencia que lanza la dermatóloga Paloma Borregón en Más Vale Tarde, ante la alerta por brotes de tiña, que los profesionales vinculan a la moda de llevar el pelo degradado o rasurado.

El contagio, explica la especialista, "suele ser a través de esas maquinillas en las que se podrían quedar esporas del hongo". Así, "cuando llegara el siguiente cliente, al llegar muy cerquita del cuero cabelludo" se "facilitaría esa propagación".

La doctora Borregón incide en la importancia de "sospechar que puede ser una tiña, porque si no, un paciente puede presentar picor en el cuero cabelludo, descamación, y a lo mejor, si no sospechamos ese diagnóstico, va a pasar desapercibido y va a seguir contagiando". Ante la sospecha, se realiza un cultivo para confirmar que se trata de un hongo que "una vez diagnosticado, tiene tratamiento".

¿Cómo habría que desinfectar las maquinillas para prevenir contagios? Borregón apunta que "los centros donde más se han visto contagios suelen ser en los centros que no siguen las medidas higiénicas que les exigen a este tipo de centros, que normalmente es desinfectar las maquinillas".

En este sentido, la dermatóloga señala que "el problema es que los cabezales de las maquinillas, que es lo que nos roza, a veces no se pueden meter en la máquina de esterilizar, entonces tendríamos que darles con alcohol". Entre un cliente y otro, incide, "tienen que ser estrictos en esa higiene".

Finalmente, la doctora alerta de que los síntomas, como picor, descamación e incluso fiebre y granos de pus, pueden llegar a producir "pequeñas placas de alopecia" que, de prolongarse mucho el diagnóstico, "podrían incluso producir una alopecia cicatricial" irreversible.

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