Él vigilaba todos los movimientos de la Iglesia de la Misericordia, en Borja hasta que un día al santísimo se le borró la vista y él cura, Florencio Garcés, aprovechó la ocasión y se llevó al menos 100.000 euros.

La Guardia Civil lo ha detenido en su casa y ha registrado su domicilio donde se han encontrado con 1.000 euros en metálico. Además investigan en qué se ha podido gastar esos 100.000 euros. Y, claro, los vecinos, ante la noticia, se han quedado sorprendidos.

El párroco de Borja lleva más de 30 años, rezando y leyendo misa en este pueblo de Zaragoza, donde, naturalmente, tiene sus seguidores.

Ahora el cura permanece detenido en el cuartel de la Guardia Civil de Borja, a la espera de ser puesto a disposición judicial.

Pero la iglesia de Borja ya es muy conocida. Dentro de este sagrado lugar ha ocurrido de casi todo. Quizás les suene el nombre de Cecilia, la restauradora del Ecce Homo. Todo el mundo quería fotografiarse con esta obra de arte.

Entre el Ecce Homo y este cura, el pueblo de Borja ha traspasado las barreras del más allá.