La microbiota intestinal es "muy sensible" y nos afecta más de lo que podamos pensar. El nutricionista Pablo Ojeda nos cuenta sus claves y las cuatro funciones que cumple: una de estructura, otra protectora, otra metabólica y otra de producción.
Para explicarnos con un ejemplo qué significa, utiliza el juego de las bolas de velcro que podemos ver en las playas, explicando que si desgastamos el trozo que tiene ese velcro, las bolas no se pegan y la microbiota no cumple su función.
"Lo notamos más de lo que podemos imaginar, con una diarrea, con dolor de cabeza, el hinchazón abdominal...", agrega Ojeda, que explica que cada día hay más estudios que dicen que "una buena microbiota están ligadas con una buena salud".