El humo procedente de los incendios de Canadá ha llegado a España. De esta forma, en Galicia, Asturias y León han amanecido con el cielo blanquecino y amarillento.

Joanna Ivars ha explicado que esto es posible debido a que existe una cinta transportadora de vientos, llamada la corriente en chorro, que lo que hace es que todo lo que sube a capas altas de la atmósfera lo desplaza a través del Atlántico y nos acaba llegando.

Según los expertos, esta nubosidad se sitúa en las capas más altas de la atmósfera y no supone ningún riesgo para la población. Las mejores horas para verla son las primeras de la mañana o al anochecer.

Pese a que lo tildan de "anécdota", desde Meteogalicia han puesto en valor la tecnología actual, que permite visualizar dónde se encuentran estos humos y el recorrido que previsiblemente harán.

Precisamente el observador europeo Copernicus muestra que esta nube de humo se mantendrá en el cielo del norte de España durante al menos dos días más, pero irá desvaneciéndose con el paso de las jornadas.

Este humo precede de los más de 400 incendios que hubo en Canadá (EEUU) a principios de junio, contabilizándose un total de 2.214incendios forestales en todo lo llevamos de 2023. Bomberos de todo el mundo, entre ellos españoles, ayudaron a sofocarlos. Sin embargo, aún quedan secuelas.

Una de ellas es el esmog, una forma de contaminación atmosférica que proviene de las palabras: "smoke", que significa humo en inglés y "fog", niebla, y que se traduciría en algo así como "niebla tóxica".

Una situación que provocó que una densa nube de humo gris ha cubierto los rascacielos de Nueva York, dejando imágenes de lo más impactantes.