Desde asaltos a supermercados para coger comida o material escolar, hasta ocupaciones de fincas del Estado o de la nobleza, son algunas de las acciones reivindicativas del SAT.

"La comida es para el pueblo que pasa hambre", gritaban durante el asalto a supermercados de Écija y Arcos de La Frontera, en el que se llevaron carros llenos de comida. Según anunciaron, la destinataria de estos carros era una ONG.

Pero los asaltos a los supermercados no son la única salida de tono de los sindicalistas andaluces. También se dedican a la ocupación de fincas, como la que llevaron a cabo el verano pasado en la finca militar 'Las Turquillas', en Osuna. La ocupación les costó la imputación de hasta 50 de sus miembros, incluidos dos de sus líderes: Manuel Sánchez Gordillo y Diego Cañamero.

Este año volvieron a intentar ocuparla, aunque no fue la única, ya que repitieron experiencia en propiedades de Úbeda y Lebrija. Pero no sólo tomaron fincas, también las calles y las carreteras. Con una gran marcha por Andalucía para protestar por los recortes que, según ellos, estaban padeciendo los trabajadores.

Pero a pesar de sus maneras, en ocasiones rudimentarias, también tratan con la aristocracia. "Lo que queda claro aquí es que no somo enemigos, somos seres humanos, dicho de una manera o de otra", decía Cayetano Martínez de Irujo.

De una manera o de otra, así firmaron la paz tras unas declaraciones en las que el Conde había criticado a los jornaleros andaluces. "Le hemos dicho a Cayetano que nos gustaría que un cortijo de los 12 que tiene, nos lo cediera", decía Cañamero.

Su última andanza, un asalto a un supermercado en la que se han llevado carros repletos de material escolar que, según ellos, repartirán en un barrio marginal.