En Alicante, se ha detectado una nueva víctima de los efectos de la burundanga. Asegura que le dieron un papel para leer. Recuerda que "era un folio pequeño, blanco y cuando lo leí me empezó a dar vueltas la cabeza".

Apenas unas gotas de esta potente droga impregnada sobre una hoja de papel le hicieron perder el control. Recuerda que "no podía moverme, entonces andaba como una muñeca". Cuenta que dos mujeres la drogaron en plena calle acercándole insistentemente un papel a la cara. Ocurría mientras paseaba con sus dos hijos pequeños por el municipio alicantino de Rojales.

"Quería llamar a mi hermana y al mismo tiempo no podía"

La burundanga hace alusión a una droga llamada escopolamina, que procede de Sudámerica. Esta sustancia, al ser inhalada produce resultados parecidos al pentotal sódico, más conocido como el suero de la verdad. Tiene efectos inmediatos bajo los cuales la víctima pasa a ser una marioneta del asaltante. Y lo hizo. Siguiendo minuiciosamente las instrucciones de sus atacantes, la mujer se dirigió a un locutorio para sacar dinero.

Recuerda que "quería llamar a mi hermana y al mismo tiempo no podía". Más tarde, acompañada por sus agresoras se dirigió a casa para entregarles todo lo que ellas pedían. Asegura que le dijeron que fueran "a la casa y me pidieron todo". Se llevaron 1.700 euros en joyas y más de 300 euros de dinero en efectivo. Reconoce que "a los tres días recordé todo lo que me había pasado"

Alberto Borobia, de la Unidad de Farmacología Clínica del Hospitald de La Paz en Madrid, recoonoce que "puede comprometer, a nivel del sistema nervioso, el condicionar situaciones de alucinaciones o despersonalización".

No es la primera vez que se escucha el nombre de esta droga en España. Se ha detectado en numerosos casos de robo o violación. No deja prácticamente rastro, ni huella en la memoria de la víctima que, además, tarda varios días en recuperar su estado normal.  Una sobredosis de escopolamina puede provocar un coma e incluso la muerte.

Muy popular fue el caso del falso chamán, detenido y puesto en libertad dos veces. 38 fueron las mujeres que le denunciaron. Las capturaba en fiestas como ésta en las que actuaba para ellas y luego elegía a su víctima. 

Con diferentes fines, pero con el mismo arma. El caso de esta vecina de Alicante no es el único en la zona. Otras tres mujeres han denunciado situaciones de robo similares estas vacaciones. Ahora la guardia Civil investiga si se trata de una banda organizada.