“Madrid no puede asumir el gasto de los ciudadanos de Castilla-La Mancha”, declaraba Javier Rodríguez, consejero de Sanidad de la comunidad madrileña. Esto es, si no pagan, no podrán recibir asistencia médica.

El problema que tienen muchos de los residentes de Castilla-La Mancha es que el hospital más cercano que tienen de su hogar se encuentra en Madrid.

Lo cerraron por reformas y así lleva tres años. En el único centro de salud de Azuqueca de Henares, en Guadalajara, ya lo dan por perdido. Este sábado, los vecinos han convocado una concentración contra los recortes en Sanidad.

Aún así, este jueves los vecinos se encuentran en plena lucha, sobre todo tras saber que ahora tampoco les atenderán en hospitales madrileños si el Ministerio de Sanidad no paga antes.

“A mi hija tuvieron que operarla con dos años y medio en el Hospital Niño Jesús y ahora no quieren atenderla”, señala Pilar, una de las vecinas afectadas.

Ella es una de las afectadas por los nuevos límites marcados por Madrid a los manchegos. El Corredor del Henares es uno de los principales focos afectados y en concreto, en Azuqueca, nunca se plantearon que la tan defendida sanidad universal tuviera sus fronteras.

Hasta hace unos años se sentían afortunados. Tienen su propio cupo de médicos especialistas, un centro abierto en 2007 que ahora, denuncian, se lo están desmantelando. Sin centro de salud ni especialistas cerca de casa, no les queda otra que buscarlos fuera.

Tal situación también pasa en La Sagra. Es el territorio toledano que linda con Madrid. En Illescas, todos miden su salud con kilómetros de por medio.

“Saltándonos los límites de velocidad para atender una urgencia, nos supone unos 20-25 minutos de recorrido. Ir a Parla, sólo diez minutos”, señala un afectado por las condiciones que establece la Comunidad de Madrid.

Los hay que directamente se plantean mudarse, al menos de padrón. “Hay que empadronarse en Madrid como sea porque cuando lleguemos una edad en la que no podamos conducir no podemos ir a Toledo”.

Además, la última inversión de María Dolores de Cospedal les sigue quedando lejos. Tiene previsto abrir un nuevo hospital en Toledo por 2.000 millones de euros, mientras diversos colectivos dedicados a la asistencia sanitaria siguen sufriendo los recortes. Ahora, además, temen que también este desacuerdo entre autonomías lo acaben pagando ellos.