Es abril del 1945 y el tercer Reich está a punto de caer. Adolf Hitler se refugia en el búnker de la cancillería con Eva Braun y la cúpula del partido nazi, y acorralado por las tropas soviéticas, decide poner fin a su vida.

Según la historia que conocemos, la que recogen los libros, lo hizo con cianuro antes de dispararse. El motivo era evitar a toda costa caer en manos de los rusos y convertirse en un trofeo de guerra. De ahí que ordenase expresamente que su cadáver fuera incinerado y quemado hasta el último resto.

Pero esa historia que guardan los libros, queda ahora en duda. Después de analizar más de 3.000 páginas, documentos oficiales del FBI, de la CIA, de la ONU o del servicio secreto soviético, el periodista peruano Eric Frattini contempla un debate diferente.

Si la imagen que se consideró la última aparición pública del Führer, resultó tratarse de un doble, ¿por qué no podría ser falsa la historia del suicidio?. ¿Podría Hitler haber huído a Argentina y haberse ocultado durante años bajo una identidad falsa?.

El propio presidente Eisenhower afirmó que toda hipótesis era posible, ya que no existen evidencias tangibles de la muerte del dictador. Incluso el líder soviético Joseph Stalin planteó sus dudas y creyó que pudo ocultarse en nuestro país.

Dudas que recogenvarios documentos. El primero, firmado por el director del FBI, J. Edgar Hoover, sobre un vuelo emprendido por el Führer en septiembre del 44. En el informe ya alerta de que Hitler podría estar buscando refugio en Argentina, paraíso buscado por muchos oficiales nazis después de la guerra.

Altos mandos como Adolph Eichmann o el carnicero Joseph Mengele ya habían conseguido huir y ocultarse en Sudamérica.

Otros dos documentos alertan de que Hitler podría haber desembarcado en el sur de los Andes, y el FBI pide información a las autoridades argentinas de estos rumores, incluso medio año después del supuesto suicidio, lo que demuestra que el departamento de investigación dudaba de esa teoría.

Incluso se dibuja la ruta que Hitler podría haber usado para escapar. De Berlín a Magdeburgo, al oeste de Alemania y pasando por Dinamarca y Noruega se habría embarcado en un submarino que le habría transportado a la Patagonia Argentina. Allí habría permanecido oculto, protegido por el régimen de Juan Domingo Perón.

La duda, se hace cada vez más grande. ¿Podría ser la historia que conocemos sólo la ficción triunfalista de los vencedores?, ¿podría materializarse la frase de George Orwell, quien controla el pasado, controla el futuro?.

Según Frattini, la huída de Hitler a Argentina es a partes iguales verdad, ficción y leyenda. Queda por resolver en qué lugar se instala la muerte del hombre que removió los cimientos de Europa.