In Tempo, la torre de Benidorm que le costó 92 millones a la ya desaparecida Caixa Galicia, sigue sin terminar y ni siquiera los arquitectos originales permanecen en el proyecto.
Un edificio de 47 plantas y 269 viviendas que ha pasado de ser el símbolo de la supuesta salida de Benidorm de la crisis inmobiliaria, a la imagen de la construcción sin sentido.
Para entenderlo hay que remontarse al boom inmobiliario de 2005, cuando la extinguida Caixa Galicia prestó estos 92 millones de euros a la promotora Olga Urbana. Una hipoteca que acabó en Nova Galicia y después en manos del control del Sareb o Banco malo.
Pero continuaron los problemas de estas 47 plantas porque la empresa constructora entró en liquidación, asi que fue la empresa Kono quien continuó con el proyecto.
Los proyectos iniciales de arquitectura y diseño se vieron truncados por el control absoluto del Sareb y esa apuesta millonaria se quedó en nada.
La empresa Kono tuvo que adelantar dinero para comprar acero y materiales, factura que ahora el Sareb no les paga porque dicen que nunca autorizaron esas compras.
Además, las incompetencias en la construcción han contribuido en el retraso de la finalización de la obra. Cuando se construyó la planta 23, los operarios subían y bajaban a pie, y, tras construir el montacargas, en julio de 2011 se caía con trece operarios en su interior.
En abril de 2011, tras poner el hormigón de la planta 46 descubrieron que aún no estaban los planos de la 47.
Asimismo, en enero de 2012 descubrieron que no habían diseñado el ascensor.
Sus arquitectos han abandonado el proyecto y alegan que se ha perdido la confianza con el promotor puesto que prevalecían las motivaciones económicas sobre las técnicas.
Los más de 100 inversores, la mayoría rusos que ya han comprado una vivienda en este edificio, siguen esperando.
Algunos han pagado por las plantas más altas, en las que en días buenos pueden ver la isla de ibiza, 6000 euros el metro cuadrado, pero lejos están de ver esas vistas y de conseguir las llaves de su propiedad.
Un gran escándalo que ha llegado a la prensa internacional. Así titula 'The Guardian' un articulo dedicado a este edificio: "Estas torres son el testamento del boom de la crisis en España".
"Iba a ser el edificio residencial más alto de Europa, un monumento a los años del boom, cuando la industria de la construcción ayudó a que la economía de España se convirtiera en una de las de más rápido crecimiento en el mundo. Ahora, el bloque de apartamentos In Tempo, en Benidorm, se ha convertido en una metáfora de la locura de los 10 años de bonanza de construcción que ha llevado al país a quedar de rodillas", escribe 'The Guardian'.
Ahora sin arquitectos, con deudas e impagos a la constructora y empleados, el emblema para salir de la crisis se ha quedado en una ilusión.