La sandía es una de las frutas más consumidas en el verano. Su gran porcentaje de agua, un 90%, ayuda a la hidratación en los días más calurosos del año, pero, ¿cómo podemos saber cuál debemos comprar?

Hay diversos factores que indican si una sandía está en su punto. Tal y como explica el experto del vídeo, frutero, para Más Vale Comer, lo primero en lo que hay que fijarse es el sonido.

"Tiene que sonar a hueco. Si suena 'Tom' es buena, 'plas' madura", ha explicado. Asimismo, otro de los factores a tener en cuenta es el color: fuerte y totalmente uniforme para que sea la sandía perfecta.

Otro de los trucos reside en el peso. Es necesario que se trate de una pieza pesada para que sea buena. La forma también es importante: intenta buscar aquellas sandías que tengan una silueta redonda y evita las que tengan protuberancias y grietas. Cuando las sandías tienen alguna de estas deformidades puede que no hayan recibido de manera correcta ni homogénea la luz solar o el agua.

La sandía es una fruta rica en vitaminas B, necesarias para la producción de energía. Son una buena fuente de vitamina B6, B1 y también son una buena fuente de magnesio y potasio. Tiene carotenos y fibra en abundancia. Asimismo, es antiblenorrágica (la blenorragia es una enfermedad infecciosa de transmisión sexual) y aporta vitamina C y A.