Los vecinos de Alcázar de San Juan continúan con su pulso al alcalde contra la privatización del agua. Un centenar de vecinos ya protagonizaron un escrache al alcalde, Diego Ortega, para que diese marcha atrás.

Una forma de protesta, además de las contínuas manifestaciones, que están llevando a cabo es el encierro de una veintena de vecinos en el consistorio, mientras pasan hambre y sed. El alcalde prohibió la entrada de alimentos, pero los familiares de los encerrados siguien intentando hacerles pasar comida y agua.

Familiares y amigos se manifiestan ante el consistorio en apoyo a los encerrados y tienen previsto celebrar una asamblea para abordar distintas medidas y, también, una cacerolada.