Estonia sorprendió a propios y extraños al presentar su collarín anti-COVID, un artilugio con el que prometían -y prometen- purificar el aire que tenemos a nuestro alrededor para que, así, no tengamos que llevar mascarilla.

Beatriz Correal, periodista de laSexta, ha probado en directo este invento que pretende 'devolver la sonrisa al mundo'. Funciona cogiendo el aire de nuestro alrededor, pasando por una luz ultravioleta y siendo devuelto a 30 litros por minuto sobre nosotros.

Déborah García Bello, química y divulgadora científica, analiza estas supuestas bondades en el vídeo. El peso, el olor, el precio y el concepto 'egoísta' del collarín generan opiniones encontradas.

Este collarín, que no está homologado como método para luchar contra la pandemia de coronavirus, está siendo comercializado en diez países de la Unión Europea. García Bello concluye que puede ser una medida complementaria, pero nunca única, ya que no hace que evites los aerosoles.