La decisión de no celebrar el campeonato de pádel en el anfiteatro de Mérida hace reflejo a lo que casi todo el mundo quería, la mayoría de los ciudadanos, los partidos políticos y la abundante presión mediática.

Toda esta presión social ha hecho tirar la toalla a los organizadores del evento: “La prueba anunciada en su calendario oficial prevista del 4 al 10 de mayo en la ciudad de Mérida, queda suspendida”.

El candidato de 'Extremeños' a la alcaldía, Ángel Ávila, amenazó con iniciar un huelga de hambre en la puerta del anfiteatro, no entendía a la consejería de Cultura, y le pidió que reconsiderara su postura. Incluso llegó a proponer al resto de políticos que se uniesen a él a la huelga.

En las redes sociales también se planteó el "'no', donde las firmas no pararon de crecer a través de la plataforma change.org alcanzado más de 200.000.

La Junta de Extremadura, por su parte, siempre aseguró que no habría daños en el monumento, que no entraría maquinaria, que las gradas serían temporales y que no existiría publicidad exagerada del evento.