Una nueva variante de la cepa británica podría poner en jaque el sistema de vacunación. Se trata de una nueva mutación similar a la de la variante surafricana y brasileña y de la que aún se desconocen numerosos factores como, por ejemplo, si la vacuna es efectiva contra la misma.
La Universidad de Oxford ya ha prometido que en otoño de este 2021 habrá una nueva vacuna para las mismas pero, hasta entonces, ¿será posible acabar con la pandemia mientras circulen estas cepas?
El divulgador científico Luis Quevedo ha explicado en Más Vale Tarde que es "normal" que las variantes muten. Además, ha asegurado no se trata de una "mala noticia": "Cuando decimos que las variantes pasan de un 90% a un 60% de efectividad en una vacuna, desconocemos cuánto necesita una persona para no infectarse, quizás sea un 20%", ha afirmado.
En esta línea, Quevedo también ha recordado que las farmacéuticas pueden ser muy rápidas en crear nuevas vacunas, por lo que no tiene por qué ser preocupante la aparición de nuevas cepas.
De hecho, asegura que ya existen numerosas opciones de vacunas, por lo que en ellas podría estar la solución. El divulgador científico se ha centrado en la opción rusa, Sputnik V, que ha demostrado más de un 90% de eficacia en los ensayos.
"Es una vacuna con dos adenovirus distintos, es como si fueran dos vacunas. Algo muy inteligente, ya que si genera una inmunidad tan grande podemos combinar una de las dosis rusa con otra de otro productor", ha explicado Quevedo. Una opción que ayudaría a agilizar el proceso de vacunación y ampliaría las posibilidades.