29 de mayo de 1954. Oosterberk, Holanda. En Europa se extiende una ola de antiamericanismo a raíz del Plan Marshall. Altos dirigentes del Viejo Continente deciden reunirse en secreto para tratar el problema. Y lo hacen en el hotel que dará nombre a los encuentros más enigmáticos del último siglo.

La reunión es un éxito. Los organizadores pactan una conferencia anual alrededor del planeta. Primero, con la misión de fortalecer una alianza invisible entre Europa y Estados Unidos frente a la entonces URSS. Pero después, sus planes son aún mucho más ambiciosos. 62 años después el secretismo sigue siendo su sello de identidad. Entre 120 y 150 personalidades por cita. Se dice que son los verdaderos amos del mundo, las manos que mueven los hilos

Se dice que  influyen en las cuestiones más relevantes de nuestras vidas. Epidemias, guerras, precios de alimentos y petróleo, elección de presidentes como Barack Obama por los Estados Unidos. Pero hay teorías que dicen que no siempren buscan solución a esos problemas, sino que a veces los provocan por intereses ocultos.

Por eso hay manifestaciones contra el club. En 2010 hubo una en Sitges, Barcelona. Los poderosos se blindan en este hotel de lujo. A dos kilómetros nos cortan el paso. Estamos vetados. Este año, el hotel elegido estuvo a 45 kilómetros de Londres, en una plaza con una inscripción que dice "cree y no temas".

Y este año toca Copenhague. Por España asisten la Reina, el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo, el director general de la Caixa Juan María Nin, y el único que no falla nunca: el director del grupo Prisa Juan Luis Cebrián.

Este año toca hablar de la recuperación económica, de la evolución de China y de la situación en Ucrania y Oriente Medio, entre otros temas. Pero, para ponerles un ejemplo de los bulos que se crean alrededor del club, hoy muchos medios decían que Margallo tiene pensado sacar a debate el fenómeno del grupo político Podemos tras las últimas europeas.