Lo primero es comprobar que no hay gases peligrosos. Por la noche hay poquito caudal, pero durante las horas puntas de la mañana, este crece. Y si llueve mucho, se pueden llegar a llenar por completo.

La red de alcantarillas se revisa periódicamente para evitar que las lluvias torrenciales las saturen.

Los principales problemas: inundaciones, vertidos y socavones. "No cabe todo, no hay que echar todo", explica el subdirector de conservación de infraestructuras del Canal Isabel. Y es que, han llegado a encontrarse desde una moto hasta un obús de la Guerra civil.