Horas mirando la puerta de Soto del Real, horas esperando, horas de silencio que ya se ha roto por completo. En menos de 24 horas Luis Bárcenas ha salido de Soto del Real, ha viajado en coche, ha llegado a casa, ha salido de casa, ha ido a la Audiencia y ha vuelto a su casa. 

En este tiempo, se ha visto todo lo visible, casi un minuto a minuto de la vida de Luis Bárcenas. Ante los medios de comunicación, él mismo ha respondido que ahora no sabe dónde tiene las cosas y también ha detallado cómo ha dormido: "Con el despiste del vino se me pasó tomarme la pastilla".

Una puesta en escena estudiada, gomina y corbata, papeles, sonrisa, nada al azar, hasta el gesto en referencia al 'edificio número 4'. Amigo de sus amigos, de los de dentro y de los de fuera, hasta se acordaba del periodista de laSexta Noticias Pedro Gómez.

Bárcenas conoce a los periodistas por su nombre y no ha perdido el sentido del humor, atiende a los medios una y otra vez, donde sea, donde los profesionales quieran. Repite mil veces la misma respuesta: "Tengo el mismo de fuga ahora que cuando entré, ninguno". Aunque él quiera volver a su casa en cada una de sus salidas, se queda para hablar con los periodistas. Domina los tiempos, conoce el argot: "El PP se puede dedicar a debatir sus temas y yo no les quito cuota de pantalla".

Atrás quedó el mutismo, atrás quedó su estrategia de silencio. Luis Bárcenas ha salido con ganas de hablar y, de momento, lo está haciendo.