A Hugo Chávez se le llenaba la boca hablando de sus "misiones". Con esas misiones Chavez asegurar la asistencia médica gratuita, alimientos subsidiarios y educación al groso del pueblo venezolano, que en 14 años consiguió convertirse en el país de Latinoamerica que más vio reducir su nivel de pobreza.

Pero mientras retrocedía la pobreza también aumentaba la violencia. Porque en los últimos años Venezuela se ha convertido en escenario fundamental en el narcotráfico. Y no sólo crecieron las redes de narcotráfico, también el número de armas en las calles.

Para muchos, Hugo Chavez fue un promotor fundamental en el proceso de paz en Colombia. Hoy, el presidente colombiano, ha lamentando así su pérdida: "El mejor tributo que podemos rendir a su memoria es cumplir con ese sueño de llegar a un acuerdo para poner fin al conflicto y ver a una Colombia en paz".

Sin embargo, hay quien esto lo veía de manera radicalmente opuesta. Porque con Chávez también surgieron los que empezaron a relacionar Venezuela con el terrorismo.

Pero si Chávez podía presumir de algo es que conseguía hacerse entender. Con sus discursos conseguía levantar al pueblo venezolano, y hacerles creer que las cosas podían cambiar.

Pero Chavez también era capaz de dar un giro de 180 grados a sus discuros, porque él no tenía reparos en utilizar un lenguaje que muchos han llamado "el lenguaje del odio". Luces y sombras a lo largo de 14 años que hacen que, para muchos, Hugo Chávez represente aquello del "para gustos, los colores".