Así describen los expertos a este tipo de personajes. Laura García Agustín, psicóloga clínica experta en inteligencia emocional, asegura que el perfil psicológico de Torres Baena, "responde a alguien que premedita con una capacidad de liderazgo muy fuerte, con un nivel de control enorme sobre los demás. Son manipuladores natos, manejan muy bien el lenguaje y la empatía con los demás adultos cuando tienen que enmascarar su conducta".
Este tipo de personas, según la opinión de la psicóloga, utilizan la seducción y "la influencia que ejercen en personas vulnerables que no se resisten" para conseguir sus objetivos.
Una seducción que afecta "no sólo a las víctimas", sino que llegó a afectar también a algunos padres, como declara el periodista Juan Luis Cano, "que llegaban a creer antes a este personaje que a sus propios hijos" cuando éstos empezaron a hablar de los abusos.
Daniel Montero asegura que durante el juicio Baena "no ha mostrado el más mínimo arrepentimiento e incluso se ha mostrado desafiante con el juez".
Declaraciones que coinciden con el análisis de García Agustín, quien corrobora que "la mayor parte de estos sujetos no muestran arrepentimiento porque creen que están por encima del bien y del mal y se justifican pensando que los niños eran consentidores".
Una manipulación implícita en el lema utilizado por Baena, según el cual "si no hay sexo no hay kárate, si no hay kárate no hay éxito y sin éxito no hay nada".
Sobre la posibilidad de reinserción en la sociedad tras un tratamiento en prisión, Laura García Agustín reconoce que "es difícil debido a la falta de voluntad para cambiar", ya que normalemente, "este tipo de personajes no reconocen su culpa, no reconocen que lo que están haciendo sea algo malo y perverso".
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