Desde la Audiencia Nacional asumió casos relacionados con los GAL como la muerte de Lasa y Zabala o el mediático juicio del aceite de Colza. Fue también vocal del Consejo General del Poder Judicial de España (CGPJ)  y antes fue secretario judicial.

Su  carrera como juez se frustró cuando en 1999 fue condenado a 15 años de inhabilitación y expulsado de la carrera judicial por prevaricación en el caso Sogecable del que fue juez instructor.

Durante esta causa procesó a Jesús de Polanco, a Juan Luis Cebrián y a todo el Consejo de Administración de Sogecable, por un presunto delito de apropiación indebida. Y un año y medio después, en el 2000 recibió el indulto del Gobierno, por aquel entonces presidido por José María Aznar, un año en el que se concedieron  1.443 indultos, en la mayor medida de gracia concedida por un Gobierno desde que se aprobó la Constitución de 1978.

Pudo volver a la carrera judicial pero con la condición de no pisar la Audiencia Nacional durante 25 años. En 2008, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a España a una multa de 5.000 euros por considerar que Gómez de Liaño no tuvo un juicio independiente e imparcial, aunque no le absolvió de los delitos.

Desde entonces ejerce la abogacía junto con su mujer, María Dolores Márquez de Prado, exfiscal, una dicen de las más indomables de la Audiencia Nacional y después fiscal de sala del Tribunal Supremo, actividad que abandonó para acompañar a su marido como abogada. Comparten minutas y defensas.

En su nueva etapa como abogado ha asumido diferentes casos como por ejemplo  la defensa de Isabel García Marcos, imputada en el caso  Malaya de corrupción urbanística pero renunció a defenderla alegando "incompatibilidad total en la línea de defensa" ya que la acusada hacía constantes declaraciones a los medios. Defendió al famoso criminal georgiano Zakhar Kalashov y llevó el caso de Jesús Neira.

Se encarga de las defensas de cargos públicos genoveses imputados por corrupción. Y es un un especialista en el caso Gürtel.  El resto de su tiempo lo dedica a colaborar con el diario 'El Mundo’  y ha escrito varios libros.  De él dicen que es un hombre prudente, y no muy amigo de las cámaras, aunque este jueves se manejó delante de ellascon seguridad y maestría.