Su nombre no falta en la lista de los más ricos del mundo. "Mi nombre es Donald Trump y soy el constructor más grande de Nueva York", se define en un vídeo promocional. Es un hombre que cree en el amor, sobre todo con modelos, porque ya se ha casado con tres. Por eso, no es raro que se ocupe de la cantera de modelos del mundo, porque es uno de los propietarios de la gala Miss Universo.
Pero Donald Trump no es sólo un filántropo reputado, también ha hecho grandes aportaciones a la política, como cuando puso en duda que Barack Obama fuera americano. "Nuestro presidente por fin ha enseñado su certificado de nacimiento", espetó a su público.
Quién no iba a querer votar a una joya como ésta. Por eso, este Berlusconi americano, se presenta: "¡Me presento oficialmente a la presidencia de Estados Unidos!"
Desde el primer día, el bueno de Donald lleva un programa de los de pensar."¿Cuándo luchamos contra México en la frontera? Se están riendo de nosotros, de nuestra estupidez", dijo con vehemencia en un discurso.
Con un punto casi único. Los inmigrantes latinos, sobre todo los mexicanos, son unos delincuentes. "Están trayendo drogas, crimen... son violadores", "Asesinatos, crimen, drogas a través de la frontera" son solo uno de los calificativos que Trump utiliza para definir a los latinos.
La estrategia le empieza a costar votos. El 84 por ciento de los hispanos en EEUU no le votarían, y los latinos famosos están haciendo todo lo posible para que le vote cada vez menos gente. Pitbull, Salma Hayek y Antonio Banderas ya le han criticado públicamente.
La última metedura de pata tiene que ver con la presentadora de la Fox Megyn Kelly. Sus preguntas no le gustaron, así que Donald Trump sugirió que estaba con la menstruación.
Habrá que ver si argumentos de peso como éste, hacen que siga siendo el primero en las encuestas para convertirse en candidato republicano.