El CSIC promueve un proyecto donde, él pone los laboratorios y la iniciativa. Las empresas (privadas), ponen el dinero,y  los científicos, ponen el trabajo. Algo así como "apadrinar", durante 3 años un científico. Según Emilio Lora-Tamayo, director del CSIC, es un "modelo de compromiso entre el sector público y el privado".

La empresa no saca nada, salvo las desgravaciones fiscales. No se queda con el proyecto y ni siquiera decide a quién va a apadrinar. Todo eso lo gestiona la administración pública. Eso sí, pueden decidir en qué sector quieren que trabaje "su científico".

De momento, solo dos empresas han confirmado su participación. Banco santander , que ofrecerá 5  contratos y Aqualogy, que ofrecerá uno. Buscan a alguien que sepa de lo suyo, se dedican a purificar el agua. "Vamos a buscar un joven investigador" dice Manuel Cermerón, director general de Aqualogy.

Durante los tres años que dura el proyecto los científicos recibirán de sus empresas mecenas, un total de 150.000 euros. De ese dinero más del 70% irá destinado directamente a pagar el sueldo del investigador. Eso son unos 37.000 brutos al año, a los que hay que restar, claro,  los impuestos. No parece mucho para el mejor de los mejores en su campo científico. Detrás de este proyecto, estan lo recortes. Ya no hay dinero público que pague los contratos, por eso el mecenazgo parece ser la única opción para no ver nacer una "generación perdida" de investigadores.

Cualquiera, de cualquier país puede presentarse y los proyectos apadrinados podrán obtener subvenciones de otras fuentes.