Los casos trágicos después de los duros recortes en dependencia afloran día tras día. Muchas familias no pueden hacerse cargo de hijos o hermanos por el alto coste que, añadido al copago establecido en algunas comunidades, hacen de la supervivencia todo una arte.

Con 79 años Ricardo ha presentado su renuncia en los juzgados de Alzira (Valencia) como tutor de un dependiente. El motivo, no poder hacerse cargo del copago que le ha impuesto la Generalitat Valenciana. Una medida sin ninguna explicación para él: "No sé por qué ni por cuánto, porque no nos han dado ninguna explicación, pero la Consellería ha adoptado unas medidas económicas que las familias no pueden soportar".

Ricardo lleva 15 años de tutor de un hombre de 57 años con discapacidad. Se hizo cargo de él cuando se quedó huérfano: "No tiene ni padres, ni hermanos ni a nadie, excepto a mí". El dependiente vive en un centro especializado subvencionado por la Generalitat del que Ricardo es director y por lo que pagaba 900 euros al mes, lo que hace que sólo le quedasen para él 16 euros al mes: "Su capacidad son de 3.800 euros entre las dos pensiones, y lo que tiene que pagar son 902 euros por 14 pagas". "¿Por qué 14 pagas?", se pregunta.

Ricardo no puede hacer una vida normal con el poco dinero que le queda, por lo que ha decidido entregar la tutela al juez para que la Generalitat se haga cargo del dependiente, porque según él han sido ellos quiénes le han quitado al dinero. Sólo en Valencia el copago ha afectado a 4.500 personas dependientes en cerca de 250 centros. Eso sí, Ricardo sólo renuncia a su tutela para que se haga justicia, porque afirma que le seguirá ayudándo en lo que pueda toda su vida.