El doctor José Antonio López Guerrero, director del grupo de neurovirología de la UAM, ha dado las claves en Más Vale Tarde para tener una Navidad más cercana a una relativa normalidad, tal y como esperan algunos políticos.

Para poder pasar la Navidad en familia será más que necesario seguir todas las recomendaciones contra el COVID-19. Por eso, el doctor ha recreado una escena que podría darse a finales de este año: seis personas no convivientes en un salón, hablando, discutiendo e incluso cantando villancicos.

En caso de que esta reunión se produjera sin ninguna ventilación y sin mascarillas el riesgo de contagio es prácticamente total. Es decir, potencialmente todas las personas de la sala podrían contagiarse en la comida familiar.

Sin embargo, hay otras hipótesis. Si por ejemplo los comensales no llevaran mascarilla pero sí abrieran las ventas, la tasa de infectados potenciales descendería hasta el 75%. Esta sería la mejor opción, pero en caso de que no se pudiera ventilar de forma natural, se podría instalar un depurador de aire, cuyo coste oscila entre los 80 y los 200 euros.

Otra de las recomendaciones del científico pasa por utilizar las mascarillas antes y después de la cena. De este modo el riesgo de contagio descendería drásticamente. Una medida que se puede complementar con no sentarnos enfrente de otro comensal, sino situar las sillas haciendo zig-zag, como se puede ver en el vídeo principal de esta noticia.

"En el momento de comer, que nos quitamos la mascarilla, intentar evitar los villancicos y las discusiones con los cuñados", ha explicado López Guerrero, que ha asegurado que otra medida efectiva es utilizar distintos espacios, como tres mesas diferentes.