Alele vuelve a ser noticia, no sólo por su disco nuevo, sino también por su cambio de imagen. Ha perdido 30 kilos, afirma que por motivos de salud ha eliminado de su dieta la carne, los dulces, las bebidas gaseosas y todo producto procesado.

Sigue una alimentación vegana a base de vegetales, legumbres, hidratos de carbono y frutos secos. Beyoncé es otra de las artistas que ha confesado que su figura se debe, en gran parte, al veganismo. Se encomendó al que llaman el gurú de los famosos, Marcos Borges, autor del libro 'La revolución en 22 días'. Es lo que se tarda en acostumbrarse a una forma distinta de comer. 

En EEUU, el veganismo se ha convertido en un auténtico fenómeno. Cada día, más celebridades y políticos confiesan serlo. El expresidente Clinton eliminó todo producto derivado de su dieta para sentirse más saludable a sus casi 70 años. Así se lo confesaba a la presentadora, también vegana, Ellen DeGeneres: "Peso menos que cuando me gradué en la escuela secundaria".

El veganismo no sólo es una dieta, es una forma de vida basada en el respeto a los animales y al medio ambiente. España no escapa a esta tendencia mundial. Javier Moreno, director internacional de 'Igualdad Animal', afirma que "es terrible lo que estamos haciendo a los animales y en solidaridad con ellos millones de personas se ponen de su lado".

Un restaurante vegano que abrió hace ocho meses en el centro de Madrid, ahora no da abasto, así lo explica su cocinero. En las tiendas veganas, como en cualquier supermercado, se puede encontrar chorizo, queso, hamburguesas... para, principalmente, aquellos que se inician.

Sin embargo, no es fácil ser vegano en un país como España, con su tradición culinaria. Lo más cuestionado del veganismo es si es saludable o si implica carencias alimenticias. Francisco Mata, médico especialista en medicina naturista asegura que "es sano para mujeres embarazadas, lactantes, niños en crecimiento... cualquier edad. Sin embargo, la vitamina B12 se debe complementar".

Por salud, ecología o por la línea, lo vegano, ¿ha llegado para quedarse?