El Ayuntamiento de Madrid estudia la posibilidad de que, mientras esperamos a ser atendidos en una pescadería, por ejemplo, podamos degustar el producto y acompañarlo con una copa de vino. Una ventaja añadida para los comercios minoristas, que no ha gustado nada a los restauradores y hosteleros de la ciudad.

"Me parece una buena medida. El cliente puede degustar nuestros productos mientras espera", asegura Vicente Fernández, pescadero. La ordenanza, en fase de estudio, limita al 25% de la superficie del comercio el espacio que se podrá destinar a la zona de bar. "No se podrán tener mesas atendidas ni realizar elaboraciones complejas", explica María Luisa Álvarez, directora adjunta de Minoristas Pescado de Madrid.

Los restauradores madrileños creen que esta ordenanza supondría competencia desleal. "Esta ordenanza supondrá un coladero para montar negocios con apariencia de hosteleria con una licencia de alimentación", sostiene Javier Vázquez, propietario de un restaurante.