A parte de ser un gran emprendedor, Luis Bárcenas se ha convertido en experto en coartadas. Para justificar sus 48 millones suizos habló de inversiones en bolsa, de negocios en la construcción e incluso se autoproclamó marchante de arte. Ahora la excusa perfecta, la ha encontrado en los limones.
Según el diario 'Voz Populi' el juez Ruz tiene encima de su mesa un contrato que Luis Bárcenas habría firmado en junio de 2011. La empresa que le contrató, 'La Moraleja SA', es propiedad de su amigo y también extesorero del PP, Ángel Sanchís, quien ha afirmado en 'Al Rojo Vivo' que "era un empleado más". Su cometido era exportar y distribuir limones y derivados desde Argentina a los países de la Unión Europea.
Sanchís reconocía que Bárcenas se dedicaba "a la venta, no de limones, si no de los derivados del limón, el jugo concentrado del limón, es a lo que empezó a dedicarse el señor Bárcenas".
El contrato, firmado por tres años y renovable automáticamente, suponía un sueldo de 75.000 euros al año para Bárcenas que cobraba a través de la sociedad que comparte con su mujer Rosalía, 'Conosur SL'.
Sanchís ha asegurado que estuvo realizando esta labor "hasta que estalló todo esto porque no podía seguir representando a nuestra empresa".
'Con todo esto', Sanchís se refiere a la aparición de las cuentas en Suiza de Bárcenas. El juez sospecha que las transferencias bancarias y la venta de limones podrían ser un intrumento usado por el extesorero para poner a salvo su dinero.
Por eso, Ruz bloqueó todas las cuentas desde las que 'La Moraleja' y Sanchís hacían llegar miles de euros a la cuenta en Bankia de Bárcenas.
Ahora, con los documentos, los abogados de Sanchís intentan probar que todo es legal. En el escrito que los acompaña aseguran que se escogió a bárcenas por sus "fluidos contactos" en Europa. Eso sí cuando le salpicó la corrupción, Sanchís declaró que "no reniego de mi amistad con él". No renegó, pero los limones desaparecieron de la vida del extesorero.
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