"Si yo quisiera desafiar a alguien, lo desafiaría. Vuelve a insinuar que podría volver. Pero su regreso a la primera línea de la política es algo que no le tienta.

"Yo no tengo ninguna tentación política en este momento" Ese sí pero no es uno de los múltiples titulares que el ex presidente del Gobierno nos ha regalado este fin de semana a través de las páginas de XL Semanal.

Una entrevista que sirve de aperitivo para el segundo tomo de sus memorias. Las presentará el jueves, pero antes ha hablado de su relación con Rajoy.  "A Mariano Rajoy procuro molestarlo lo menos posible. Yo nunca llamo a los presidentes, salvo que sea por una cosa excepcional, y a los ministros procuro darles la lata también lo menos posible. No me gusta molestar"

Aunque, según él, el presidente del Gobierno sabe muy bien qué es lo que piensa de la situación general del país. Pero por si a Mariano Rajoy le quedara alguna duda, Aznar lo deja bien clarito. Con respecto a la crisis con Cataluña, por ejemplo:"corresponde al Gobierno liderarla.

No basta con que sea aliado de todo aquel que se enfrente con esa posición secesionista".Respecto a las medidas del ejecutivo para salir de la crisis, y las subidas de impuestos, Aznar también tiene un mensaje: "Esa carga afecta de manera creciente a las clases medias, lo cual no facilita ni acelera la recuperación económica. Cuando yo gobernaba, se bajaron los impuestos en distintas ocasiones".

Pese a todo, considera a Mariano Rajoy un político de primer nivel. También a Rodrigo Rato, Javier Arenas y  Álvarez Cascos que declararon este verano como testigos en la Audiencia Nacional por los papeles de Bárcenas.

Documentos que desconoce totalmente, como los millones en Suiza e incluso al extesorero.  "Solo lo pueden saber quiénes lo conocen... y yo lo desconozco totalmente" .
Como también desconocía a los invitados a la boda de su hija que después fueron imputados en la trama Gürtel. "Precisamente a esos yo no los conocía".Una boda, como la de otros tantos que inevitablemente llamó la atención.

"Yo era un padre de familia cuya hija se casó en el mismo sitio donde se casan tantos hijos de tantos padres de familia, aunque reconozco que mi situación era un tanto especial porque ella era la hija del presidente del Gobierno; pero esa era una condición que ni ella ni yo ni nadie podía evitar". Sin abandonar su parcela familiar, el expresidente también tiene palabras para Ana Botella y su mundialmente famoso: “Relaxing cup of café con leche”.

"Como todo el mundo sabe, España es un país de habla inglesa en donde todo el mundo habla inglés; especialmente los más críticos son los que mejor lo hablan". Una entrevista repleta de titulares como preámbulo de unas memorias que ya han empezado a dar que hablar. En ellas, Aznar revela el contenido de un informe en que el Centro Nacional de Inteligencia decía que no había pruebas que implicaran a ETA en el 11-M, pese a lo que en aquel momento decía su Gobierno."No estamos en condiciones de respaldar o rechazar ninguna de las dos grandes alternativas en presencia".

Se refiere a ETA y al terrorismo islamista y aquel informe continuaba: "Ni antes ni después del atentado se ha detectado absolutamente nada, ni dentro ni fuera de España, que pudiera indicar una preparación o satisfacción por lo que ha ocurrido".

Pero además de la política nacional, los ocho años de Gobierno del expresidente  incluyeron grandes momentos internacionales. Como la conversación con Hugo Chavez que sugirió que Aznar quiso derrocarle en 2002. "Mira Hugo, si yo hubiera querido dar el golpe y lo hubiera organizado, te aseguro que tú, ahora, no estabas aquí".

Un Aznar en estado puro para quien cualquier tiempo pasado, de 1996 a 2004, por ejemplo, fue mejor. La cuestión básica de un gobernante serio es poder decir: «¡Oiga, yo dejé el país mejor!». Y yo creo poder decirlo.