Los radicales que echaron por tierra la manifestación de la dignidad estaban muy bien organizados, con precisión como un reloj.

Muchos llegaron a Madrid desde muchos puntos de España, entre ellos había tres gallegos. Por eso estudian los trenes que salieron desde Galicia con 520 personas a bordo que iban a participar en la marcha y también otro tren que salió de Asturias.

Los radicales, que se hacen llamar 'Bloque Juvenil Independentista' quedaron antes de la manifestación y recorrieron poco más de kilómetro y medio para juntarse con el resto de los manifestantes.

Durante el trayecto, y en ambiente festivo se fueron enviando mensajes por Whatsapp. Algunos decían lo siguente: "Cuando comience a hablar el último orador, todos a Génova a liarla". 

La manifestación había sido un ejemplo pacífico hasta que los radicales la emprendieron contra los policías que protegían la sede del PP. Les lanzaron todo tipo de objetos.

La Policía ha comprobado que llevaban martillos para romper adoquines. Algunos lo hicieron hasta con rejillas. 

Llegaron preparados para ejercer la violencia y, por primera vez, los antidisturbios vieron, en una protesta en Madrid, lanzacohetes, e incluso se atrevieron a lanzar dentro de los furgones policales bombas de humo. 

En total, una cifra que podría acender hasta 1.500 personas violentas y organizadas que agredieron a pedradas, palos y con todo lo que arrancaba, señales también, a la Policía.