Las pieles, las especies exóticas y el marfil es lo que más se demanda del tráfico ilegal de animales. Según el último informe de Interpol es el tercer crimen organizado del mundo que más dinero da, después del tráfico de drogas y personas.

España es la puerta de entrada a Europa de este comercio ilícito. Es en los puertos de Algeciras, Valencia y Canarias donde más tránsito de especies ilegales se registra, principalmente, por la proximidad a África.

Desde angulas vivas en maletas a cinturones con huevos de serpiente adosados al cuerpo, se hace de todo para colar a estos animales.

En nueve años el Seprona ha incautado más de 13.800 especies en nuestro país. Y sólo durante 2014 este mercado negro de animales ha movido 450.000 euros.

En España, el tráfico de especies protegidas se castiga dependiendo del animal y su valor: si se considera una infracción leve, la sanción podría ser de hasta 6.000 euros; si la infracción fuera grave, la sanción podría alcanzar los 18.000 euros; y si constituyera un delito, podría estar penado entre 1 y 5 años de cárcel.

El contrabando de estas especies se asocia con industrias como el de la moda, la cosmética y la perfumería. Para los animales vivos su destino más común es el negocio de mascotas o zoológicos.

El tráfico de animales es, según los expertos, una de las principales amenazas para la biodiversidad.