Según la revista 'Interviú', el asalto al domicilio de Luis Bárcenas pudo tratarse de un plan perfectamente estructurado para dejar la casa vacía y llenarla de micrófonos. Una hipótesis que alimentaría la teoría de la conspiración que muchos ven en el asalto de Enrique Olivares al hogar de los Bárcenas.

Según 'Interviú', fuentes cercanas a la investigación aseguran que el disfraz de cura no era casualidad. Sólo hay una persona que entre y salga libremente de Soto del Real y de casa de los Bárcenas: el padre Francisco Santos, un sacerdote amigo íntimo del matromonio. Algo que sólo saben los más cercanos a la familia.

Tampoco es una casualidad la hora elegida. ¿Cómo podría saber Olivares que Sergio, la persona de seguridad de los Bárcenas, se había ido a comer?

Una vez dentro de la casa, y según fuentes cercanas a la familia, Olivares cruzó el pasillo y fue directamente al despacho del extesorero, como si conociera la casa.  Algo que sólo se explica si alguien le hubiese dado esa información.

Gomez de Liaño ha mantenido siempre que lo ocurrido aquel 23 de octubre no parecía obra de un perturbado, sino de un plan perfectamente estructurado. Olivares sería, tan sólo, un cebo: una persona que no tenía miedo a estar en prisión y que lo único que quería era despistar para dejar la casa vacía.

Ahora la investigación se centra en los contactos que mantuvo Olivares los días anteriores al asalto. Bárcenas, desde la cárcel, está profundamente preocupado. Cree que hay suficientes razones para pensar que Interior está detrás de todo.