El ayuntamiento de la localidad valenciana de Ador comunica cada tarde a los vecinos que de las dos a las cinco de la tarde está prohibido hacer ruido. El aguacil se encarga de leer el bando para dar el aviso y el pueblo queda desértico.

Los establecimientos y bares cierran, y los vecinos regresan a sus casas. No es obligatorio dormir pero sí mantenter el silencio durante esas horas y a las cinco retomar la actividad. Se pide que mantengan a los niños controlados estas horas para respetar el rato de descanso.

Algunos vecinos son fieles a la siesta, la consideran sagrada y necesaria,  hay quien la duerme de 15 minutos y los que apuran las horas. Otros simplementen descansan y ocupan el tiempo haciendo otras tareas, siempren que respeten las tres horas oficiales de descanso.