Con violeta y rojo intenso, el retablo restaurado en el pueblo gallego de San Xoán de Alto, en Galicia, es del siglo XVIII. Un barroco llevado al extremo gracias a las manos de dos artistas.

“Voy a intentar restaurarlo yo. Incluso, hay algunas piezas que ya restauré hace ocho años”, explica José Manuel Tejeiro, uno de los autores de esta nueva ‘obra’.

José, con ayuda de su primo, restauró el retablo como terapia contra la esclerosis múltiple que padece. Su intención era buena. Dice que pare elegir los colores tomó referencias de un retablo similar situado a tres kilómetros.

“No hay ninguna foto para saber el color, dónde estaba situado. Nada”, ha asegurado José. Su mujer explica que las críticas que le han llovido a José por la restauración han provocado que no esté pasando por un buen momento. “Le ha sobrepasado. Está muy nervioso”, ha explicado Esther Losada.

El obispado asegura que es espantoso y califica de “chapuza” la restauración que han llevado a cabo José y su primo.

El retablo estuvo abandonado durante 20 años en la finca de un vecino del pueblo tras un obra en la iglesia. "La iglesia tuvo que restaurarlo totalmente porque llovía encima, incluso. Tuvieron que ponerle tejado", indica José.

Por su parte, la restauración ha gustado mucho en el pueblo y ya han comenzado a llegar los primeros visitantes foráneos. “Nos picó la curiosidad y resulta que está cerrado. Venimos de Oviedo”, cuenta una mujer que quería observar la pieza.

Los restauradores de este retablo primero reconstruyeron las piezas dañadas de madera y después pintaron. Un trabajo que les ha costado 600 euros y muchas críticas.