Sus nietos le quieren, no hay duda. Y no es para menos. Julio, abuelo de tres nietos dice que cobra "la pensión y al final de mes no llega. Este año no he podido irme de vacaciones". No es un caso aislado.
Un 80% de los abuelos ayuda económicamente a sus hijos y a sus nietos. Como María de los Ángeles, que nos reconoce que conforme llega el dinero de su pensión, se va: "Inmediatamente te quitan la pensión. Hay que pagar luz, agua, hipoteca, y además tengo que ayudar a mis hijos".
Son dos casos que nos lo cuentan en primera persona. Los más graves, abuelos que se quedan sin comer por sus nietos, nos lo muestra EDUCO con actores. Es una realidad, que, según EDUCO, en mayor o menor medida, está pasando. "Tengo el frigorífico con más pegatinas por fuera que comida por dentro", asegura María Ángeles.
Y eso es porque la mitad de los abuelos aseguran que son ellos los que dan de comer, o de cenar, o incluso las dos, a sus nietos y a sus hijos.La coordinadora de la Beca EDUCO, Pepa Domingo, "no nos lo imaginábamos, los abuelos no dan porque quieren, dan por necesidad".
Los abuelos se han convertido en claves para la familia. De ser un recurso ocasional para una emergencia han pasado a ser más que necesarios. ¿Y qué podemos hacer para evitarlo?
La respuesta la tiene Educo y nos lleva a 1995. En este año todos los partidos políticos se pusieron de acuerdo para que todos los jubilados tuvieran una pensión. Hoy piden a los partidos un pacto por la infancia, que no haya niño sin sanidad, educación o comida.