Cada ciudadano depositó en el contenedor amarillo un 1,3% más de residuos en el 2018. Silvia Rodríguez, madre de dos hijos, cuenta que su objetivo es que los pequeños reciclen sin pensarlo y que "se convierta en un hábito. Si tienen dudas, me preguntan".

En su casa reciclan porque les gusta el medioambiente, dice Rodríguez. Por su parte Nieves Rey, directora de Comunicación de Ecoembes, señala que "cada vez que se reciclan latas o botellas de plástico se ahorran emisiones de CO2 y se respira aire más limpio".

Un total de 8.131 ayuntamientos colaboran ya con Ecoembes y se encargan de la selección y posterior tratamiento de los residuos. La empresa tiene un laboratorio de Economía Circular, The Circular Lab, donde trabajan en diferentes proyectos: 'Smart Waste' para incluir la tecnología en los procesos de recogida de residuos o 'Planta 4.0' para dotar de tecnología a las plantas de tratamiento y separación de residuos.

Desde Ecoembes insisten: "Cada punto que aumentemos en reciclaje, será un beneficio para todos".