Cuando hay un secuestro con rehenes siempre interviene un negociador para intentar convencer al agresor de que deponga su actitud. Esto es lo que sucedió en el secuestro de Nochebuena, en el que un hombre con esquizofrenia se atrincheró en una vivienda de Murcia después de secuestrar a su hermana y estuvo así dos días hasta que los GEO consiguieron liberar a la mujer con vida y detenerle.

Por eso, en Más Vale Tarde conectan con Marcos Castro, el negociador de la Policía Nacional de Murcia que intervino en el secuestro explicado anteriormente, en el que el hombre respondía con fuego a cualquier sugerencia de la policía sin atender a razones porque estaba en pleno brote psicótico, ya que pensaba que el hijo de su hermana era su hijo y creía que iba a caer en manos de adoradores de Satán.

"¿Qué fue lo más complicado?", pregunta Cristina Pardo. "La liberación del rehén", responde, porque la mujer "corría muchísimo peligro": "Fue el momento de máxima tensión", explica para el programa.

Además, la presentadora también se interesa por "cómo se consigue mantener una conversación durante tantas horas" cuando el secuestrador está en medio de un brote psicótico y qué hay que hacer para que las palabras del negociador no caigan en saco roto: "Hay que estar muy atento y trabajar con ellos en un objetivo común, que es el de hacerle ver que hay otras vías que se pueden adoptar. Porque decirle que está equivocado es complejo". Por eso, lo ideal es generar una "situación empática" con el secuestrador y decirle que sus teorías "tendrán su fundamento".