Una nave de la NASA ha logrado chocar con éxito contra un asteroide para desviarlo. Ese ha sido el objetivo de la Misión DART, la primera prueba de defensa planetaria ante amenazas de la talla de los asteroides. Con su colisión contra la roca espacial, el vehículo de la agencia espacial estadounidense ha intentado modificar la ruta del asteroide. Aunque todavía no se sabe con certeza cuál ha sido el resultado de la misión, todo apunta a que ha sido un éxito.

Para conocer más de cerca este importante avance en el terreno de la ciencia, en Más Vale Tarde hemos contado con Moisés Fernández, director de la Estación Espacial Robledo de Chavela, en Madrid: "Verdaderamente, ese es el objetivo. A lo largo de toda la historia de la Tierra el caer meteoritos más o menos grandes ha sido una constante. Es bien conocida la de hace unos 50 millones de años en el Golfo de México actual, que produjo una de las grandes extinciones, la de los dinosaurios".

"Es, efectivamente, una preocupación de todas las agencias espaciales -en particular, en NASA-. Dentro del programa de defensa planetaria se estableció esta Misión DART, que es el acrónimo de 'Double Asteroid Redirection Test'", ha detallado Fernández, recordando, antes de ahondar en la importancia de este proyecto, que "el asteroide sobre el cual se ha impactado para nada estaba en dirección a colisionar con la Tierra".

El científico ha argumentado que la razón que llevó a escoger este asteroide como objetivo de DART es que daba pie a "un buen ensayo". "En este sistema de asteorides realmente son dos: Didymos, del orden de unos 780 metros de tamaño, tenía como una pequeña luna orbitando, Dimorphos, de unos 160 metros", ha descrito Moisés. Pero ¿por qué era un buen ensayo? "Si conseguimos modificar la órbita, podríamos estar preparados en el futuro ante un meteorito con dirección a colisionar con la Tierra".

Precisamente por ello, Fernández ha advertido de las capacidades que tendría un asteroide como el que han usado para la misión DART: "Si impactara contra la Tierra, desde luego sería capaz de destrozar y hacer desaparecer una ciudad grande, del tamaño de Madrid o similar. Por eso no es solo importante tener esta tecnología, sino averiguar y tener controlados a esa serie de asteroides que están 'más cercanos' -están a millones de kilómetros- y que potencialmente pudieran llegar a tener una colisión entre ellos que cambiara su rumbo hacia la Tierra".