Este verano muchos son los que apuestan por el plan de pícnic en la playa, la piscina o la montaña para evitar al máximo la concentración de personas en bares y restaurantes ante la situación del COVID-19. Pero incluso para hacer un pícnic hay que ser precavido ante la emergencia sanitaria, pues las neveras pueden ser una gran fuente de contagios.

Para evitar el coronavirus hay que seguir una serie de normas básicas, tal y como explica en MVT el experto nutricionista Luis Alberto Zamora. La primera, limpiar bien la nevera con agua y lejía y dejarla secar al completo antes de volver a taparla y guardarla.

También es importante evitar las bolsas de hielos para enfriar la nevera y optar por placas o tetrabriks de leche llenos de agua con los que se puede hacer un bloque de hielo.

Además, los envases con comida que se introduzcan en la nevera deben ser herméticos o, en su defecto, tendremos que envolverlos con film transparente. ¿El motivo? Si se derrama el alimento y se junta con el agua de la nevera, se crea un foco de bacterias.

Otro aspecto a tener en cuenta es que será mejor si abrimos pocas veces la nevera, evitando que entren bacterias. Por eso, Zamora propone llevar, en ves de una grande, dos neveras más pequeñas, una con la bebida y otra con la comida. También es importante mantenerla a la sombra.

Y además, debemos lavarnos las manos antes de tocar los alimentos y de manipular la nevera, aunque mejor que hacerlo con gel hidroalcohólico, que podría provocar quemaduras, conviene hacerlo con agua. Los cuchillos tienen que limpiarse cada vez que se usan con un alimento.

Alimentos que debemos evitar meter en la nevera

Por último, el nutricionista aconseja cuáles son los alimentos que es mejor evitar llevar de pícnic. Son la tortilla, el gazpacho o el salmorejo, que sería mejor comprarlos ya envasados, la fruta cortada o los lácteos.