"La OMS nos recomienda volver a bajar el límite de la sal de cinco a dos gramos al día", explica Luis Alberto Zamora. "Esta reducción viene causada porque se calcula que en 2016 hubo 17 millones de personas afectadas de enfermedades cardiovasculares y que con bajar el límite de la sal reduciríamos el problema", ha continuado.

Además, la sal se encuentra en sitios que no podíamos sospechar. Luis Alberto Zamora nos lo revela: "La mayoría de la sal que consumimos no viene de nuestra cocina ni del salero, viene de los alimentos, de los que ya sospechamos que tienen sal y de los que no sopechamos que tiene sal".

El queso parmesano, los quesos curados, las cremas como ketchup y los dulces son algunos de los alimentos cuya cantidad de sal se suele desconocer.