Los helados son sin duda uno de los alimentos más populares del verano. Sin embargo, estos refrescantes dulces a menudo están cargados de grasas y azúcares nada recomendables. La clave, según el nutricionista Luis Alberto Zamora, no está en renunciar a ellos, sino en saber elegir.

Y es que la elección entre un helado industrial y un 'gelato' tradicional italiano puede suponer una diferencia de hasta un 20% de calorías: mientras el gelato (basado en leche) oscila entre 120 y 150 por cada 100 gramos, su "primo hermano" americano (con base de nata) contiene hasta 100 calorías más.

Además, el helado industrial incluye muchos ingredientes artificiales, como conservantes, colorantes y saborizantes. El gelato artesanal, en cambio, suele hacerse con leche, yemas de huevo y fruta.

El sorbete, por su parte, es la opción menos calórica, ya que tiene una base de hielo: suele contener entre 60 y 80 calorías por cada 100 gramos.

Así, en el ranking de opciones disponibles en el supermercado, el sorbete es la que tiene menos calorías (aunque, ojo, tiene mucha azúcar); le siguen los helados 'proteicos', el sándwich de nata, el cono de chocolate y el bombón helado, en ese orden. Pese a lo que podríamos pensar, los helados de soja son los más calóricos: equivalen a unos seis sorbetes.

¿Las claves para elegir en la sección de helados? Pocos ingredientes, que incluyan fruta natural o leche (en lugar de saborizantes y nata), bajos en azúcar y grasas y un tamaño pequeño o mediano.

Otros aspecto a tener en cuenta son los complementos para nuestro helado. Como consejo general, conviene evitar los barquillos (mejor en tarrina que en cucurucho), salsas y 'toppings'. Si aun así los añadimos, mejor optar por frutos secos naturales, en lugar de caramelizados, o trozos de fruta.