Un estudio de la Universidad de Londres afirma que la anosmia y el coronavirus tienen conexión. Cuatro de cada cinco personas de las que perdieron el sentido del gusto y el olfato desde marzo después dieron positivo por coronavirus.

Pero es que, de entre ellos, el 40% no tuvieron ningún otro tipo de síntomas, ni tos ni fiebre. Por eso los expertos piden que la anosmia se considere oficialmente un síntoma del coronavirus.

Pero, ¿qué implica para nosotros perder esos sentidos? Nos lo explica Luis Alberto Zamora, y es que el olfato y el gusto no solo sirven para disfrutar de la comida.

También estimulan las ganas de comer, por lo que tenemos riesgo de malnutrición. Además, es uno de los sentidos que ayudan a distinguir alimentos en mal estado.

Pero hay alimentos que nos pueden ayudar a estimularlos. Lo primero que tenemos que hacer es evitar añadir potenciadores de sabor como la sal o el azúcar.

Debemos actuar de diferente manera si hemos perdido parte de ese olfato y gusto o, por el contrario, aparecen sabores extraños.

En el primer caso, lo más importante es usar condimentos como el ajo, la cebolla, el limón o la lima. Los sabores aromáticos estimularán nuestro platos.

Si, en caso contrario, aparecen sabores metálicos, lo primero que debemos probar son las frutas ácidas, capaces de neutralizar estos sabores. Por tanto, las piñas, los kiwis o las naranjas podrían servir antes o durante las comidas.

Las infusiones con limón y menta también neutralizan los sabores raros, sobre todo los metálicos. Pero además hay personas que afirman que incluso el agua les sabía rara: en ese caso, bastaría con echar unas gotas de limón o naranja al agua.