Luis Alberto Zamora, experto nutricionista, explica que para freír de manera saludable es importante el momento en el que se introducen los alimentos en el aceite. "Las calorías podrían variar si se añaden antes de la temperatura idónea, porque el alimento cogería demasiado aceite".

No todos los aceites son aptos para freír. Ni por precio ni por temperatura se recomienda el aceite de oliva virgen extra. Zamora explica que el aceite de oliva sin apellidos, el normal, es el mejor para freír: tolera reutilizarlo y tiene propiedades.

Por su parte, el aceite de girasol es refinado y hay que tener en cuenta la cantidad de veces que se reutiliza.

¿Qué ocurre si utilizamos en exceso un aceite?

"La regla de oro es no superar las 10 frituras del aceite", cuenta Zamora, aunque depende del tipo usado: "Hay estudios que aseguran que puede aguantar hasta 25 veces". Con cada uso, se degradan las grasas del aceite y se generan compuestos tóxicos. La fritura perfecta debe de hacerse poco a poco, ya que introducir comida en exceso impide que haya calor suficiente.

Además, no se deben de mezclar diferentes tipos de aceite porque tienen distintos puntos de quemado. Además, los alimentos no deben de estar mojados cuando se introducen en la sartén.

Conviene filtrar el aceite entre frituras para eliminar restos del alimento anterior. También es importante no utilizar utensilios punzantes y que el salado de los alimentos se haga después de freír.