El nutricionista Luis Alberto Zamora ha explicado que, "fundamentalmente, nos pasamos con la carne roja y con las carnes procesadas, como el embutido". "Estos excesos se relacionan con el aumento de riesgo de enfermedades bastante importantes como diabetes o, incluso, cáncer colorrectal", ha advertido el nutricionaista.

Esto no significa que tengamos que olvidarnos de la carne, tal y como explica Zamora, sino "consumirla con moderación porque la carne sigue siendo un alimento y sigue aportando cosas". Aporta proteínas de alto valor biológico, fósforo, selenio, yodo, zin, vitamina B12 y hierro.

Por ello, como norma se debe comer carne roja dos o tres veces al mes y carnes procesadas (embutido) una o ninguna porque tampoco hace falta. En el caso de la carne blanca, esta tiene menos grasas y, sobre todo, menos grasas saturadas que la carne roja y es por lo que es recomendable tomarla tres o cuatro veces a la semana.

Alimentos que pueden sustituir a la carne son, por ejemplo, las legumbres. De manera que Luis Alberto Zamora nos muestra una cesta de la compra en la que hay legumbres dos días, carne blanca cuatro días y la carne roja solo un día.

Y sobre si hay dudas acerca de qué es cada una, aquí la aclaración: las carnes rojas son las de vacuno, las de caza y las vísceras, mientras que las blancas son el pollo, el pavo y el conejo.