¿Estás cansado de los potitos de siempre? Más Vale Comer te da todas las claves para preparar uno delicioso en poco tiempo.

No hace falta ser un experto en la cocina para tener un resultado excelente con esta receta que te explicamos aquí, únicamente es necesario hacerse con los ingredientes que se indican a continuación y, después, seguir todos los pasos uno a uno.

Además, aunque los potitos con frecuencia se asocian a la alimentación infantil, con esta innovadora y práctica receta desterrarás para siempre esa idea y te darás cuenta de que puede convertirse en un plato con el que toda la familia, desde los más pequeños hasta los más mayores, disfrute.

Ingredientes

  • Una patata pequeña para freír (unos 80 gramos).
  • Trufa fresca (o pasta trufada, o trufa en su jugo, pero de buena calidad).
  • Aceite de trufa
  • Sal.

Para el puré de patatas:

  • Una patata especial para cocer (unos 180 gramos).
  • 30 gramos de puerro.
  • 20 gramos de mantequilla.
  • Sal.

Pasos a seguir

Primero hacemos el puré y si podemos hacerlo un rato antes para que se enfríe, mejor. Pelamos la patata de cocer, la cascamos (cortar rompiéndola) y la ponemos en un cazo con agua hirviendo.

A continuación, añadimos el puerro picado y la mantequilla. Salpimentamos y dejamos cocer a fuego medio durante unos 20 minutos. Una vez que esté todo cocido, sacamos la patata y la ponemos dentro de un vaso batidor, añadimos algo de su agua de cocción y trituramos. Añadimos más agua si hace falta y trituramos hasta que tenga la textura de puré.

Después, cortamos la patata de freír en rodajas muy finas, las pasamos por agua y las secamos bien. Las freímos en abundante aceite de oliva. Una vez fritas, las retiramos sobre papel de cocina absorbente. Estas patatas las tenemos que hacer justo antes de montar el potito, pues han de quedar crujientes.

Ponemos el puré de patatas y puerro en el fondo del tarro de vidrio. Cortamos bruscamente las patatas fritas y las añadimos encima. Salamos ligeramente. Incorporamos el huevo, con cuidado para que no se rompa la yema. Salamos (si tenemos sal de trufa mejor), añadimos la trufa fresca rallada, o la de bote picada, o la pasta de trufa. Y ponemos un chorrito de aceite de trufa.

Por último, tapamos y cocemos al baño maría durante 14 minutos a 85 grados. Si no tenéis termómetro, debéis dejarlo en el punto justo antes de que rompa a hervir. La clara quedará prácticamente hecha y la yema líquida.