En muchos de los pacientes ingresados en hospitales por coronavirus se ha detectado falta de vitamina D. Sorprende que en países como España o Italia, del sur de Europa, tengamos deficiencias de esta vitamina.

Tal y como explica el nutricionista Luis Alberto Zamora, hacemos mal dos cosas: no tomamos el suficiente sol y no aportamos vitamina D a través de la alimentación, aunque es sumamente importante.

"La vitamina D es una hormona que tiene funciones como la absorción del calcio, la buena salud de los huesos y un papel importante para que las células de defensa sean completamente maduras y puedan actuar", cuenta el experto, que asegura que una deficiencia de esta vitamina"puede empeorar las enfermedades crónicas y, si tenemos suficiente vitamina, tenemos menos riesgo de infección por virus".

Si bien tomar el sol durante el confinamiento puede ser una tarea complicada, sí podemos incluir esa vitamina necesaria a través de nuestra dieta.

Los mariscos son los alimentos que más vitamina D tienen, aunque no debemos consumirlos todos los días porque estropean las purinas. Otra opción son los pescados azules, como el salmón, aunque este tampoco es un alimento para todos los días.

Más alimentos con vitamina D son los huevos: un solo aporta el 12% de vitamina necesaria al día. También las vísceras, el hígado y los pulmones.

Por último los lácteos. Una buena opción, según indica Zamora, es tomar lácteos enriquecidos de esta vitamina.